lunes, diciembre 27, 2004

Tarta de Cebolla con salchichas


Ingredientes :

Pasta ‘brisée’
200 grs. de harina
150 grs. de mantequilla
1 huevo
3 cucharadas de agua
50 grs. mantequilla
½ cucharadita de sal

Relleno
6 salchichas Frankfurt
2 cebollas grandes
50 grs. queso gruyère
1 vaso de nata líquida
3 huevos
sal y pimienta blanca

Elaboración:

Prepara la pasta ‘brisèe’: mezcla la harina con la mantequilla troceada, la sal, el huevo y el agua, amasalo bien hasta que no queden grumos. Forma una bola y dejala reposar en la nevera durante una hora (todo esto te lo puedes ahorrar si la compras ya hecha en el Mercadona).

Pasado ese tiempo, extiende la pasta sobre una superficie enharinada y forra con ella un molde previamente engrasado. Pincha la masa con un tenedor y cuecela a horno moderado unos 10 minutos.
Ahora tocan las lagrimas: pela las cebollas y cortalas en discos finos. En una sartén con un poco de mantequillay afuego lengo, rehoga la cebolla hasta que esté transparente. Escurre y reserva.
En la misma mantequilla saltea ligeramente las salchichas cortadas en rodajas finas.

En un bol, bate los güevos, agrega la nata, el queso rallado, las cebollas y las salchichas. Salpimentea y viertelo sobre la tarta. Hornealo suavemente durante 25 minutos o hasta que esté cuajada.

Culturilla:

Para preparar tartas saladas existen dos tipos de pasta: la pasta quebrada o pasta ‘brisée’, y el hojaldre. Mientras que la primera es relativamente fácil prepararla en casa, la segunda es ciertamente más complicada y requiere una cierta experiencia. Ahorrarás mucho tiempo si compras la masa de hojaldre congelada, ya que el resultado es magnifico y tendrás la certeza de que te quedará igualmente sabrosa. Recuerda, sin embargo, que el hojaldre debes descongelarlo 1-2 horas antes de su uso y desenrollarlo sobre una superficie enharinada. La pasta ‘brisée’ necesita reposar en un lugar fresco (mejor en la nevera) antes de ser utilizada. De este modo, quedará firme y compacta y te será mucho más fácil trabajarla con el rodillo. La mantequilla debe estar fría, pero no dura, sino con la consistencia ideal para ser trabajada junto con la masa. Lo mejor es que la saques de la nevera con una cierta antelación y la dejes a temperatura ambiente hasta el momento en que vayas a necesitarla. No olvides engrasar previamente, con un poco de mantequilla o unas gotitas de aceite, el molde en el que elabores la tarta, Así será mucho más fácil desmoldarla, a menos que utilices un molde de base desmontable.